Diario El Universo (ECU)
Latinoamérica pasó sin hacer mucho ruido por el Mundial de Atletismo de Moscú
2013, donde empeoró su balance de hace dos años en Daegu 2011 y el de Londres
2012, y solo el triple salto acudió al rescate con un oro y una plata.
Latinoamérica consiguió en Rusia un total de seis medallas, con el título de la colombiana Caterine Ibargüen y el segundo lugar del joven cubano Pedro Pablo Pichardo, en triple salto, y los cuatro bronces para el mexicano Luis Rivera (salto de longitud), el dominicano Luguelín Santos (400 metros) y las cubanas Yarelis Barrios (lanzamiento de disco) y Yarisley Silva (salto con garrocha).
Los datos de Moscú empeoran, por lo tanto los números siembran dudas sobre el estado de la región en pleno ciclo olímpico hacia Río 2016.
El récord de medallas latinoamericanas en un Mundial seguirá fijado en diez, las que se consiguieron en Sevilla 1999, por delante de las nueve de Atenas 1997, Edmonton 2001 y Berlín 2009.
Ibargüen fue la única que subió a lo más alto del podio en el estadio Luzhniki y mitigó la decepción, con un título a sus 29 años, tras su bronce en Daegu 2011 y plata en Londres 2012, por lo que el oro era su desafío. “Un bronce, luego plata y ahora esto. Viste que fue lento, pero seguro, fue como una escalada”, señaló la colombiana bromeando con su evolución.
JML: No solo Sudamerica tuvo SABOR A POCO!
Latinoamérica consiguió en Rusia un total de seis medallas, con el título de la colombiana Caterine Ibargüen y el segundo lugar del joven cubano Pedro Pablo Pichardo, en triple salto, y los cuatro bronces para el mexicano Luis Rivera (salto de longitud), el dominicano Luguelín Santos (400 metros) y las cubanas Yarelis Barrios (lanzamiento de disco) y Yarisley Silva (salto con garrocha).
Los datos de Moscú empeoran, por lo tanto los números siembran dudas sobre el estado de la región en pleno ciclo olímpico hacia Río 2016.
El récord de medallas latinoamericanas en un Mundial seguirá fijado en diez, las que se consiguieron en Sevilla 1999, por delante de las nueve de Atenas 1997, Edmonton 2001 y Berlín 2009.
Ibargüen fue la única que subió a lo más alto del podio en el estadio Luzhniki y mitigó la decepción, con un título a sus 29 años, tras su bronce en Daegu 2011 y plata en Londres 2012, por lo que el oro era su desafío. “Un bronce, luego plata y ahora esto. Viste que fue lento, pero seguro, fue como una escalada”, señaló la colombiana bromeando con su evolución.
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